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miércoles, 10 de julio de 2013

Comer chocolate o gomas pueden matarte.


Por increíble que parezca, se han dado dos espeluznantes casos:
Por un lado,  Barango Loso, residente de Pozuela de Alirón, sufrió una parada cardio-óseo-respiratoria de grado 3, provocándole la muerte inminente e irremediable en año del señor del 2006. En  Cangas de Conil, Piarg Olosona sufrió una subida en los parámetros sanguíneos XZ y Ontrocitosis, mortal de necesidad, este año. Por otro lado, Pedro Pedrón recibió  siete puñaladas en el corazón, higado, cabeza y meñique izquierdo del pie derecho, muriendo de causas naturales, pues era natural que no saliera deésta.
Ambos casos, aunque dispares en cuanto a localización y tiempo tienen causas comunes: el chocolate  y las golosinas.
A Barango Loso le gustaba el chocolate (eso es, gustaba). No solo le gustaba, le encantaba. Y aún diremos más, no sólo le encantaba, adoraba el chocolate sobre todas las cosas y sobre si mismo. Tanta era su pasión que sus familiares y amigos más amigos le encargaron una tarta de 33 pisos de cubierta de chocolate puro al 80%, con virutas de chocolate, rellena de bizcocho de chocolate y con los cantos salpicados por trozos de almendras de chocolate.
Cuando sentaron a Barango delante de la tarta (estaba comiendo una tableta de chocolate) y la descubrieron, sus ojos se salieron de la órbitas (en sentido figurado, claro), se le alargaron los colmillos y abrió la boca lo que más pudo, atacando a la pobre tarta desde arriba…
Cuando se hubo comido el quito piso (pasados tan solo 5 minutos) sus amigos más amigos y familiares se lanzaron sobre él, ¡pues veían que no iba a dejar nada de tarta para ellos!.
Tras conseguir arrancarle de la tarta, se lió a mordisco a los comensales y volvió a atacar  a la indefensa tarta… cuando llegó al piso 30, sufrió el ataque y ya no pudo hacerse nada por él. Los asistentes, aterrados, cuentan como mientras estaba en el suelo en sus ultimos momentos, seguía chupandose los dedos. “Al menos muró feliz”- Comenta un amigo más amigo suyo.
A  Piarg Olosona le gustaban las golosinas, y el chocolate, a si que decidió sólo comer eso. Durante 5 años, 3 meses y 2 días sólo comió chocolate  y desayunaba golosinas (con leche, pues decía que era parte del chocolate). Si tenia sed, bebia batidos de chocolate o chocolate caliente… hasta que un día que iba andando por la calle comiendose unos bombones, uno se le atragantó, tropezó y ya no se volvió a levantar. Se había roto la pierna. Poco después murió en su casa, sola, por las causas antes descritas.